RESERVA NATURAL DE LAS ISLAS
COLUMBRETES
Un volcán sobre el Mediterráneo.
Las Columbretes son el archipiélago
más singular de la Comunidad Valenciana y uno de los pequeños espacios insulares
de mayor interés ecológico del Mediterráneo. Están formadas por una serie de
islotes y escollos situados a 30 millas de la costa de Castellón, unos 56 Km.. y
reunidos en 4 grupos, a los cuales les da nombre la mayor de cada una de sus
islas: L'Illa Grossa, la Ferrera, la Foradada y el Carallot. En total, el
archipiélago se extiende a lo largo de 5 millas marinas, con un total de l9
hectáreas emergidas, de las cuales, 14 corresponden a L'Illa Grossa, donde se
localiza el faro de Columbretes que es la única habitada. Los 67 metros de
altura de la montaña del Faro representa la mayor altitud del archipielago.
Asentadas sobre un fondo situado a unos 80 metros de profundidad, las
columbretes representan el mejor ejemplo de vulcanismo de nuestra tierra,
facilmente apreciable tanto por los materiales que las forman, como por su
peculiar aspecto. Destaca L'Illa Grossa, formada por diversos cráteres
encadenados, y el Carallot, que, con sus 32 metros de altura sobre el mar, es el
testimonio geológico de los restos de la chimenea central de un volcán.
Contrabandistas y
piratas. El nombre de las islas
proviene de la impresión de los primeros navegantes griegos y latinos, que las
incluyen a sus cartas con el nombre de Ophiusa o Colubraria, admirados por la
abundancia de serpientes que allí encontraron. Visitadas únicamente por
pescadores, contrabandistas y piratas hasta principios del siglo XIX, la
colonización del archipiéldgo se produce a mediados del pasddo siglo con la
construcción del faro de la isla (1856-1860).
Las actividades de los contrabandistas
se extendieron durante el presente siglo, al punto que provocaron indirectamente
la transformdción de la Foradada, cuyo agujero era un excelente refugio natural
para los barcos que se dedicaban a estas labores. En ese abrigo natural
permanecían ocultos a los prismáticos de los servicios de vigilancia, que
finalmente optaron por el expeditivo método de provocar una explosión de rocas
que aterraron parcialmente el túnel marino.
Los fareros habitaron la isla de manera
practicamente ininterrumpida durante más de un siglo, en condiciones precarias,
como demuestran las tumbas del pequeño cementerio de la isla, y aprovechaban
intensamente todos los recursos que ofrecía un medio terrestre pobre y un fondo
marino extraordinariamente rico. La pequeña colonia de fareros y sus familias
abandonaron las islas finalmente en 1975, año en que se automatizó el faro.
Desde entonces las islas quedan deshabitadas hasta la instalación de los
primeros servicios de vigilancia establecidos por la Generalitat Valenciana en
1987.
El medio natural.
La colonización de las islas con la llegada de
los fareros supone un drástico cambio en un medio hasta entonces casi virgen. Se
incendia la isla para acabar con las víboras (las últimas fueron vistas a
finales de siglo), se introdujeron animales domésticos (conejos, cabras, cerdos)
y se elimina casi toda la vegetación arbustiva para su aprovechamiento como
leña. Los últimos restos de vegetacion original se conservan en un pequeño rodal
de la Ferrera, donde subsisten unos pocos ejemplares de palmito (Chamaerops
humilis), lentisco (Pistacia lentiscus) y zarzaparrilla (Smilax aspera),
especies que originalmente cubrían L'Illa Grossa.
La geomorfología, la vegetación y la fauna de
las islas está absolutamente modelada por la acción del mar. Los procesos
erosivos producidos por los agentes climáticos, esculpen el paisaje isleño,
escavando la caldera de la isla por el noreste, y abriendo el único buen sitio
para fondear, Puerto Tofiño.
Los materiales
volcánicos, cenizas y escorias compactadas son frágiles a la acción del mar y de
las lluvias, hecho que unido a las fuertes pendientes, acelera los procesos
erosivos cuando se pierde la cubierta vegetal.
La Vegetación.
La vegetación presenta un claro gradiente entre las zonas más próximas al
mar y las situadas en cotas más elevadas y protegidas. Sólo algunas especies más
resistentes a la marea, como el hinojo marino (Chrithmum maritimum) y la
zanahoria marina (Daucus gingidium) colonizan los peñascos más próximos al agua;
mientras que en las partes altas de las islas se extiende un matorral
nitrohalófilo dominado por la sosa fina (Suaeda vera) o el mastuerzo marino
(lobularia maritima columbretensis).
En las zonas
donde hay un poco de suelo, las plantas aprovechan la intensa fertilización
producida por las aves marinas, la abundante insolación y la ausencia de
herbívoros, floreciendo espectaculdrmente cuando llegan las lluvias primaverales
y otoñales. Durante el verano, que se prolonga durante 5 meses, toda la
vegetación se agosta, produciendo un fuerte cambio en el
paisaje.
La
fauna
La fauna está dominada por las colonias de aves marinas
nidificantes. La gaviota de Audouin (larus audouinii), la pardela ceniciente
(Calonectris diomedea), el halcón de Eleonor (Falco eleonorae) y el cormorán
moñudo (Phalacrocorax aristotelis), todas ellas, especies muy sensibles a las
molestias e impactos asociados a la presencia humana, encuentran en estas islas
el único punto de nidificación de la Comunidad Valenciana.
Durante los pasos migratorios primaverales y otoñales,
las islas, ancladas en medio del mar, actúan como un imán para todas las aves
que cruzan el Mediterráneo entre Europa y Africa, concentrándose un altísimo
número con el fin de reposar y tomar fuerzas antes de continuar su viaje. Ademas
de la influencia marina otro factor que modela ia fauna y la flora de las Columbretes
es el propio aislamiento isleño. Muy alejadas de la tierra más próxima, las
poblaciones vegetales y animales insulares se han ido diferenciado de aquellas
que las originaron, evolucionando hasta dar especies y subespecies endémicas,
la distribución mundial de las cuales queda restringida a estas islas. Encontramos
especies de plantas como la alfalfa arbórea (Medicago citrina), que aparece
también en algunos islotes de Baleares, y el mastuerzo marino (Lobularia maritima
columbretensis). Entre los animales, destaca, sobre todo, el grupo de los artrópodos
con 10 insectos endémicos. La singularidad faunística culmina con la presencia
de una subespecie endémica de lagartija (Podarcis hispanica atrata), con 4 poblaciones
diferenciadas en otros tantos islotes.
El interés de las islas no acaba con la llegada a la línea de agua,
sino que por lo contrario se muitiplica cuando nos sumergimos en sus fondos
marinos. La complicada topografía de esos fondos marinos, llenos de escollos,
bancos y bajos es un refugio natural para tantas especies sobre-explotadas por
la pesca en nuestro mar. Además de una excepcional riqueza de especies y variedad
de comunidades bentónicas, aparecen singularidades como el coral rojo (Corallium
rubrum) y el alga Laminaria rodriguezi, muy escasa en nuestro mar.
Qué comer
No se permite cocinar ni comer en la isla por lo que se
recomienda llevar comida preparada y hacerlo a bordo. En el Grao de Castellón
hay una amplia avenida con numerosos restaurantes en los que se ofrece
gastronomía regional e internacional.
Dónde dormir
Está prohibida la acampada en las
islas.
Existe una oferta de alojamiento, tanto en el Grao de
Castellón como en benicasim.
Otros focos de interés
Grao de Castellón
Planetario de Castellón. Ubicado en el mismo edificio que el Centro de
Información. Ofrece sesiones de planetario y exposiciones.
Parque Municipal
del Pinar con servicio de bar y restaurante en el mismo parque.
Puerto
pesquero, llegada de barcos a la Lonja para la subasta de
pescado.
Castellón
Museo de Bellas
Artes. secciones de arqueología, cerámica, pintura y escultura.
Museo
Etnológico de la Diputación.
Benicàssim
Paraje Natural
del Desierto de Las Palmas.
Museo del Convento de los Padres
Carmelitas.
Recuerde
En un espacio
natural protegido, para contribuir a su conservación debemos intentar ir en
grupos reducidos, hacer el menor ruido posible, no salir de los senderos
delimitados, respetar a los animales y plantas, y no dejar basuras, residuos, ni
huellas de nuestro paso por el itinerario.
Como llegar
El acceso a la Reserva Natural se realiza a través de la Reserva Marina,
por lo que cabe recordar su normativa. La navegación y el acceso son libres, no
requiriendo autorización previa; sin embargo, se recomienda no anclar en las
proximidades (0.5 millas) de los islotes, aconsejando a las embarcaciones
amarrarse a las boyas instaladas por el Ministerio de Agricultura en L'Illa
Grossa, La Ferrera y la Foradada. Dotadas de trenes de fondeo de 5 a 20 Tm,
ofrece amarre seguro para embarcaciones de hasta 25 m de eslora evitando
cualquier daño a los fondos protegidos. Fuera de las Reservas integrales de
L'Illa Grossa y del carallot (0.5 millas de radio) está permitida la pesca con
caña, curry, volantín y potera. Las artes profesionales, salvo las de cerco,
están prohibidas en toda la Reserva.
Requieren autorización
previa las actividades subacuáticas. Deben solicitarse en la Delegación del
Ministerio de Agricultura en Castellón con una antelación de 15 días. En
cualquier caso, un buen consejo es contactar durante la travesía, o al llegar,
con la Guardería de la Reserva a través del canal 9 de la banda
marina.
INFORMACION
Centro de Información. El Centro de información de la
Reserva Natural de Las Islas Columbretes se encuentra en el Planetario se
Castellón.
Paseo Marítimo, 1. 12100 Grao. Castellon. Tel. (964)282968.
Conselleria de Medio Ambiente
Dirección General Para el
Desarrolo Sostenible
C/Arquitecto Alfaro, 39. 46011 Valencia. Tel. (96)
3866350. Fax(96)3865067.
Servicios Territoriales
C/Herrero, 23. 12002
Castellón. Tel. (964) 204211. Fax (964)209043.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Dirección provincial
de Castellón
C/Herrero,6. 12002 Castellon. Tel. (964) 225700